PARA PADRES

Estimados padres/madres, me gustaría que esta página fuera otro medio de comunicación entre nosotros y es mi intención colgar aquí "cosillas" que crea os van a interesar.



¿CÓMO FOMENTAR EL HÁBITO DE ESTUDIO?

CONSEJOS Y PAUTAS.

Estudiar es una tarea que se puede aprender empleando una serie de estrategias que favorecen la adquisición del hábito de estudio.
¿Cómo fomentar el hábito de estudio? Consejos y pautasLos hábitos son actos que se adquieren poco a poco a través de la experiencia, con la práctica se acaban automatizando, de forma que se repiten habitual y regularmente.
Un hábito de estudio, es un conjunto de acciones destinadas a estudiar que se repiten y que son las determinantes del rendimiento y de los resultados académicos.
Son muchos los casos en los que los estudiantes fracasan por una falta de buenos hábitos de estudio, es decir, las acciones que ponen en marcha cuando estudian no son efectivas y no se obtienen buenos resultados.
El hábito es una manera de actuar constituida por un conjunto de acciones concretas, por lo tanto los hábitos se pueden adquirir. La adquisición del hábito requiere tiempo y experiencia, poco a poco se entrenan las acciones, de forma que se repiten regularmente. En un principio es importante prestar atención a estas acciones y poco a poco, estas se van transformando en conductas automáticas que se realizan sin prestar atención a las mismas.
Por todo ello es importante entrenar desde un primer momento a los niños y niñas en la construcción de buenos hábitos de estudio ya que esto va a determinar su éxito académico, la consecución de sus metas y en definitiva su felicidad.

BENEFICIOS

La adquisición de hábitos de estudio aporta importantes beneficios a los pequeños, son fundamentales para su desarrollo académico, su proceso de aprendizaje y para su desarrollo general, ya que los hábitos se generalizan.
  • Los hábitos de estudio les permitirán  lograr el éxito académico y el logro de sus metas. La consecución de un buen rendimiento en el estudio está determinado por el dominio de hábitos.
  • Se adquieren habilidades que les permitirá organizar su tiempo, esto es obtener mejores resultados en menos tiempo.
  • Los hábitos van a contribuir a la formación de un autoconcepto y una autoestima académica adecuados.
  • Ayudan a la construcción de aprendizajes significativos. El habito propicia la construcción de aprendizajes de forma tranquila y segura, comprendiendo, construyendo y asimilando lo que aprenden de forma efectiva.
  • Les aporta seguridad y confianza.
  • Se favorece el éxito en diferentes aéreas de la vida y con ello la felicidad. El hábito es una forma de trabajar que se extenderá en momentos futuros a distintas facetas de la vida.

COMO ADQUIRIR EL HÁBITO DE ESTUDIO.

Pautas para entrenar la adquisición del hábito de estudio

  • Conoce los hábitos que tiene el niño/a, si tiene alguno. Puede que tenga hábitos que debemos cambiar y otros que debemos favorecer, es fundamental observar al pequeño en su estudio y conocer que habilidades está empleando.
  • Hazle saber la importancia del hábito de estudio, explícale como organizándose y siguiendo un método sus resultados mejoraran. Hazle ver los resultados que ira obteniendo al seguir un método.
  • Comienza por pequeños pasos. El hábito se adquiere poco a poco. Si pretendemos cambios grandes de golpe, conseguiremos que el pequeño se desanime, se aburra y abandone, porque no verá resultados.
  • Repite las acciones que quieres entrenar, el hábito se consigue con la práctica y la repetición. Es fundamental practicar a diario.
  • Hazle ver los logros que consigue y los beneficios que le aportan realizar determinadas acciones cuando estudia. Ayúdale a ver también las consecuencias negativas de no hacerlo. Es fundamental que sea consciente de los avances y de los beneficios que sus actos le aportan, así se motivará y no perderá el interés.
  • Ten en cuenta que van a cometer errores, así que se comprensivo y paciente. El hábito no se adquiere en un día, debemos trabajarlo poco a poco.

10 pasos a seguir para lograr el hábito de estudio

  1. Enséñale a organizar tareas. Antes de comenzar a estudiar, planifica las tareas con el pequeño, elabora un orden de tareas.
  2. Proponle metas accesibles y a corto plazo. No pretendas conseguir grandes logros, empieza por cosas que pueda conseguir el niño o niña. Por ejemplo, ponle a estudiar una página.
  3. Enséñale a estudiar poco a poco y no estudiar demasiado a la vez, de esta forma se construyen aprendizajes significativos y se da tiempo para la asimilación de conceptos.
  4. Planifica horarios con los niños y niñas. Lo importante no es el tiempo que dediquen a cada cosa, si no que  cumplan los horarios programados.
  5. Haz que  estudie las mismas horas cada día. Para hacer el hábito debemos practicar diariamente.
  6. Fija metas específicas y claras. Es importante antes de comenzar a realizar una tarea saber qué objetivo queremos lograr. Estas metas pueden ser estudiar dos páginas, hacer cinco ejercicios, etc.
  7. Haz que empiecen por lo más difícil y dejen lo más sencillo para el final. Lo más sencillo requiere menos esfuerzo, por lo tanto al hacerlo así evitamos que se desanimen por cansancio.
  8. Enséñales a dedicar tiempo al repaso. Para que los aprendizajes se mantengan y se construyan es importante repasar los conceptos.
  9. Evita distracciones, el lugar de estudio debe ser tranquilo, silencioso y sin distracciones.
  10. Refuerza sus logros. Cada vez que cumpla con lo planificado, debemos reforzar al pequeño.
Celia Rodríguez Ruiz
Psicóloga y Pedagoga


CAMPAÑA A FAVOR DEL  CONSUMO 

                    DE  FRUTAS Y VERDURAS



                               ¡¡CINCO AL DÍA!!




 UN RUEGO

Vuestros hij@s ya llevarán mañana los "nuevos" libros de 6º.
Pongo lo de "nuevos" entre comillas porque algunos ya llevan cuatro cursos de uso y, como comprobaréis, están "algo" deteriorados...
Os pido vuestra colaboración para que forréis los nuevos y "reparéis" en lo posible los usados, pegándolos y volviéndolos a forrar, a ver si nos "aguantan" este curso, porque no se pueden reponer más que unos pocos.
Gracias anticipadas a tod@s y pensad que esta pequeña colaboración qu se os pide va a repercutir en beneficio de todos: los libros quedarán mejor para su usodurante este curso y también para el próximo (si es que se tienen que volver a utilizar...).

                                                                                                    La tutora de 6º A.




Indicadores de evaluación Sexto Primaria Curso 2013/2014. 

Además de los Indicadores de Evaluación que aparecen más abajo detallados por áreas de nivel, también se evaluarán estos otros aspectos del trabajo de los alumn@s:

EN TODAS LAS ÁREAS SE VALORARÁ LA
-Presentación de sus trabajos (caligrafía, ortografía, disposición ordenada y limpieza).
-Realización diaria y completa de los mismos.
-Estudio diario de aquellos contenidos que se señalen en clase.
-Trabajar el cuadernillo complementario de refuerzo.

EN EL ÁREA DE LENGUA SE VALORARÁN TAMBIÉN LAS SIGUIENTES TAREAS:
-Redacción semanal sobre temas relacionados con el trabajo de clase, o de interés común.
-Lectura de, al menos, un libro al mes y realización de la ficha resumen correspondiente. 

EN EL ÁREA DE MATEMÁTICAS:
-Trabajo de los cuadernillos complementarios de cálculo y problemas.

EN EL ÁREA DE CONOCIMIENTO DEL MEDIO:
-Realización de las fichas de la tarea "Naturaleza" que empezaremos este curso.

También se valorará la realización de todas aquellas tareas que vayan surgiendo a lo largo del curso, relacionadas con temas de actualidad o de cualquier otro tipo que resulten recomendables en un determinado momento y, muy especialmente, la actitud de los alumn@s ante cada una de ellas.

Otro aspecto a valorar "siempre" será el comportamiento del alumn@ durante su permanencia en el centro, especialmente en las horas de clase.



UNA DOCENA DE CONSEJOS PARA QUE A VUESTROS HIJ@S LES "MOLE" LEER.

Todos sabemos leer. A todos nos enseñaron, dominamos (en teoría) la técnica por la que unos signos extraños adquieren un sonido y luego se unen formando palabras, frases y párrafos llenos de significado.


Pasar de ver la lectura como algo que sirve para moverse por el mundo, algo obligatorio, a disfrutarla como uno de los mayores placeres que tenemos a nuestro alcance es otro tema y no todo el mundo lo consigue.

Todos queremos que nuestros hijos lean, que se aficionen a la lectura, que descubran ese placer a su alcance, al que podrán recurrir siempre para aprender, para soñar, para disfrutar, para pensar, para llorar a mares, para reírse a carcajadas, para descubrir otras vidas, para evadirse. Leer para vivir.

¿Qué podemos hacer para transmitirles ese interés? ¿Para conseguir que la lectura sea un hábito y un placer? No hay una receta mágica… pero hay unas cuantas cosas que sí podemos hacer.

1. Leer, leer, leer, leer, leer, leer
Esto es tan obvio que da vergüenza tener que decirlo pero si tú no lees jamás, si tus hijos no te ven leer ¿cómo van a aficionarse a algo que no conocen, que les resulta ajeno? Tienen que verte con un libro en la mano. Igual que tu hijo jamás será tenista de éxito si no lo llevas a jugar al tenis, tampoco se aficionará a leer si no lo ve la lectura como algo normal a su alrededor.

2. Tener libros en casa
Tener libros en casa, tenerlos en estanterías en el salón, en tu cuarto, en su cuarto, en una pila en tu mesilla, encima de la mesa. Organizados por temas, por orden alfabético, sin ningún tipo de orden. Libros como algo habitual y normal, no como algo “místico” y lejano. Libros gordos, libros finos, libros con muchas fotos y poca letra, libros sin dibujos, libros pequeños, grandes, de colores, libros nuevos, libros viejos, heredados, comprados, usados.

3. Llevarles a la biblioteca
Para hacerles conocer los libros y su mundo nada mejor que llevarles a la biblioteca. En casi todas ellas hay una zona infantil llena de libros pensados para ellos en sus distintas etapas. Tampoco hay que volverse loco y un fundamentalista absurdo y empeñarse en llevar al niño de 1 año a la biblioteca todas las semanas porque sencillamente no se entera, pero a partir de los 3 o así conviene crearles el habito de ir de vez en cuando (semanal o quincenalmente) a la biblioteca. Las actividades que organizan allí como talleres de lectura, cuentacuentos y demás están muy bien, pero no hay que olvidar cual es su función principal: prestar libros. Hay que enseñarles cómo funcionan, hacerles el carnet y dejarles pulular por las estanterías y que cojan lo que quieran.

4. Trato con los libros
Leer no implica solo juntar las palabras. Leer implica que te gusten los libros, tenerlos, usarlos, colocarlos, verlos en las estanterías, ordenarlos, desordenarlos, prestarlos. Tienen que verte tratar con los libros, acarrear uno al sofá, de ahí a la cama, leer mientras desayunas, llevar un libro en el bolso, a la playa, en vacaciones. Leer en la sala de espera, en el parque mientras ellos juegan. Verte usar y tratar los libros los hace cercanos, los acerca a su vida. Tener libros y poder tocarlos, manejarlos, y usarlos los hace a la vez cercanos en el trato y misteriosos en el contenido.

5. Establecer una rutina lectora
Igual que se enseña (o se intenta) el hábito de comer, de dormir, de ducharse y de recoger la habitación se puede enseñar a adquirir el hábito de la lectura. Advierto que es duro y a veces fantasearás con el pensamiento “bueno, si no se aficionan a leer tampoco pasa nada”… porque a última hora del día, cuando ya lo tienes limpios, cenados y acostados… la rutina de “leer un cuento” puede ser terrorífica según el día, el cuento y su estado de ánimo.

Por supuesto para esto hay que desechar la idealización esa de las pelis que todos tenemos en la cabeza: ellos empijamados, tú pletórico de fuerzas y colmado de amor por tus hijos, iluminados por una lámpara de princesas, dinosaurios o astronautas en una escena idílica leyendo un cuento molón. La realidad se asemeja más a tú utilizando tus últimas fuerzas del día, mientras ellos protestan y tú lees por enésima vez un cuento espantoso y que a pesar de tener 20 páginas se te hace eterno. Por supuesto y por si alguien cree en ello, los niños JAMÁS se duermen mientras les lees un cuento y si hay más de uno se pelearán por el sitio, por ver, por el cojín, por la almohada…

Tampoco hay que fanatizarse con eso, si un día no te apetece o ellos no tienen ganas, no pasa nada, pero piensa que al final funciona. Un día llegarán y dirán: me voy a la cama a leer… y se te caerán las lágrimas de la emoción.

Después llegará el día en que no habrá manera de apagarles la luz, pero de eso ya te preocuparás más adelante.

6. Nunca obligar a leer un libro
Que lean lo que quieran, obviamente dentro de lo que es más o menos adecuado a su edad, pero nunca obligarles a coger un libro sencillamente porque a ti te encantó. Que lean lo que quieran, que se atiborren a Gerónimo Stilton, o Harry Potter o que decidan leer solo libros de fantasía. Exactamente lo mismo haces tú, lees lo que te apetece, lo que te llama y poco a poco has ido saltando de unas cosas a otras, lo mismo les ocurrirá a ellos si les dejas y llegarán a dónde tú quieres, a dónde a ti te interesa que lleguen, a leer algo que te gusta a ti y poder discutirlo con ellos. Primero se adquiere el hábito de leer y después el gusto lector… y el gusto lector es muy personal y puede que no lo compartáis o que tardéis un tiempo en compartirlo.

7. Que lean cómo y cuándo quieran
Una vez que han adquirido el hábito de leer, pueden tener rachas de no soltar el libro y otras de no apetecerles o dejarlo a los diez minutos. Déjales, es su ritmo lector igual que tú tienes el tuyo. Puede que lean muchísimo en invierno y en verano se dispersen, puede que no dejen el libro en la playa y no te hagan ni caso, puede que lean tirados en el suelo, subidos a una mesa, que les den las dos de la mañana o que no lean en un mes. Déjales a su aire… poco a poco lo controlaran.

8. No regalar libros en contraposición a juguetes
Leer es un placer y jugar también. No son cosas opuestas y nunca jamás hay que decir cosas horribles del tipo: “no te regalo un juguete, te regalo un libro” como si un libro fuera lo bueno y un juguete lo malo. Hay tiempo para jugar y tiempo para leer y atiborrar a un niño de libros cuando lo que quiere es una muñeca o motos o coches o unos patines es una putada y un sinsentido; seguirá queriendo su juguete, odiará el libro y te odiará a ti.

9. Enseñarles parafernalia libresca
Escribir su nombre en el libro cuando lo compran o se lo regalan, ordenarlos en la biblioteca, tener un cuaderno donde apunten los libros que han leído, que han cogido de la biblioteca, quién se los ha regalado. Hacer dibujos de los personajes y ponerlos en la nevera mientras los están leyendo, buscar las pelis sobre los libros después de que los hayan leído… todo un mundo de cosas para hacer que no mejoran la lectura pero que mola y engancha.

10. Darle un poco de misterio
Establecer con ellos un vínculo misterioso a través de los libros. Rebuscar entre tus libros el título justo que quieres o comprar el libro que en un determinado momento te marcó y quieres regalarles y dárselo diciendo: “Mira, este libro lo leí yo cuando tenía tu edad y me encantó, espero que te guste”. Por supuesto, volvemos al punto 6, no hay que obligarles a leerlo. Se echa la caña y se espera… con el tiempo acaban picando.

11. Compartir una lectura en alto
Esto no es exactamente igual que establecer una rutina lectora. Cuando les lees un cuento por la noche lo haces para que se acostumbren a tener ese rato para leer, compartir una lectura en alto persigue otra finalidad. Se trata de acercarles un libro más de mayores, que ellos solos no podrían leer porque “es demasiado gordo” e introducirles en ese mundo de tu mano. Tú lees en alto y ellos escuchan, preguntan lo que no entienden, se preocupan por los personajes, por lo que pasará, por lo que no pasará, a veces querrán que sigas leyendo más allá de tus fuerzas, otras veces no querrán que empieces, querrán leer ellos en alto…Compartir esa lectura tiene que ser un momento especial y que al terminar digan: cuando sea más mayor lo voy a leer yo solo.

12. Leer, leer, leer, leer
Es obvio pero indispensable y por eso lo repito. Si tus hijos te ven leer, te ven disfrutar con la lectura. Ven que en cuanto tienes un hueco te pones a leer, que tratas los libros con mimo, que los quieres. Te ven reírte, llorar, abstraerte. Si contestas a sus preguntas con algo como “Lo he leído en un libro” o al ver una película les dices: “en el libro pasan más cosas”…les irás metiendo poco a poco el gusanillo de la lectura, del interés y el amor por los libros.

Leer mola, enséñaselo.


Carta a padres y madres sobre el estudio en casa

Este curso su hijo se inicia en un nuevo ciclo .Ahora es el momento de sentarse con ellos y ayudarles a modificar sus hábitos y técnicas de estudio con el fin de adaptarse a una nueva etapa escolar de acuerdo con la edad que ya tienen.
Se trata, que duda cabe, de un proceso complejo que requiere de nuevas aptitudes y aprendizajes básicos donde la labor a realizar en casa adquiere una gran importancia.
En este sentido pueden fácilmente comprobar que TODOS LOS DÍAS se expone de forma clara en clase cual es el trabajo que han de realizar en casa, recomendándoseles que lo anoten en una agenda o bloc. Estas actividades, o deberes para casa, son en su inmensa mayoría de estudio o de repaso habiendo sido previamente analizadas, sintetizadas y explicadas con su correspondiente técnica de estudio (subrayado, resumen,...).
Esto quiere decir que TODOS LOS DÍAS DEBEN  ESTUDIAR EN CASA ALREDEDOR DE UNA HORA, algo más cuando haya pruebas o exámenes.
Y es aquí donde su colaboración nos resulta imprescindible ya que venimos comprobando como la inmensa mayoría de nuestros alumnos-as, sus hijos-as, están poco acostumbrados a estudiar o memorizar algo , procuran evadirse lo antes posible de este tipo de actividades o incluso: NO ESTUDIAN NADA. Resultado: no aprenden bien, no aprenden a estudiar, son incapaces de memorizar: SUSPENDEN LAS EVALUACIONES o no obtienen los resultados que consideramos podrían obtener.
Vdes. nos ayudarían y ayudarían a sus hijos-as mucho si:
  • Se preocuparan de que efectivamente su hijo-a dedica un tiempo al estudio. Todos los días lleva algo, aunque sea poco.
  • Recompensan con algún detalle,....y siempre con un gesto afectuoso este esfuerzo.
  • Le hablan de lo importante que es a su edad prepararse para la vida. 
  • Colaboran con él o ella en el estudio. Por ejemplo: preguntándole lo que deben memorizar, interesándose por lo que están aprendiendo, enseñándole algún pequeño truco de estudio o simplemente compartiendo con él-ella este tiempo.
  • Recordándole que cada asignatura requiere una técnica de estudio diferente. Por ejemplo:
  • El Conocimiento del Medio necesita de la ayuda de láminas y mapas o un papel donde ir escribiendo los nuevos nombres o definiciones que aprender o para hacer un esquema o resumen de las ideas principales.
  • Las Matemáticas requieren un papel para repetir (sin mirarlos) los ejercicios que se hayan hecho.
  • Nunca se debe intentar memorizar muchos párrafos de golpe, hay que dividirlos en puntos y apartados.
  • Siempre se debe tener a mano un diccionario para buscar el significado de términos nuevos que puedan aparecer (si no entienden lo que estudian difícilmente lo van a aprender bien).
Sabemos que le estamos pidiendo en definitiva TIEMPO, tiempo para dedicarle a su hijo-a que es probablemente lo que más necesitan.

Por nuestra parte puede tener la seguridad de que lo único que deseamos es dar una educación de calidad a sus hijos e hijas, nuestros alumnos y alumnas.

http://aulafamiliar.net/wp-content/uploads/downloads/2010/03/COMO-PODEMOS-AYUDAR-A-NUESTROS-HIJOS-EN-LOS-ESTUDIOS.pdf